A la mañana, frente al espejo y recién levantado…
¿Qué transmite tu mirada?
¿Alguna vez te pusiste a pensar en cuánto afecta a tu autoestima diaria ese impacto matutino?
Muy seguido mis pacientes me confiesan que el efecto del paso del tiempo muestra una edad que ellos lejos están de sentir.
Personas vitales, alegres, de espíritu joven y saludable, exhiben un aspecto que nada tiene que ver con su impronta.
Nuestro rostro, a veces, se empecina en mostrarnos distintos de como realmente somos.
Por eso, hoy quiero contarte en forma simple y didáctica, que es la blefaroplastia y cómo puede ayudarte a tener una mirada más fresca, joven y vital que de costumbre.
La blefaroplastia o cirugía de parpados, es un procedimiento quirúrgico que consiste en hacer una pequeña incisión siguiendo las líneas naturales del párpado, para poder extraer los excedentes de piel, músculo y grasa de esta zona.
Luego, con suturas muy finas que ayudan a la rápida cicatrización, cerramos esa incisión a fin de lograr cicatrices imperceptibles, pasado el período de recuperación.
Hay dos tipos de blefaroplastia:
Blefaroplastia de párpado superior: aquí lo que haremos es quitar el exceso de piel que cae sobre la mirada del paciente. Como explicaba anteriormente, no solo se busca lograr una mejora estética, sino también mejorar la capacidad de visión periférica.
Blefaroplastia de párpado inferior: en este caso extirpando el exceso de piel y grasa en forma de pliegues o bolsas que se forma debajo de nuestros ojos.
Lo que buscamos es devolver frescura y vitalidad a la mirada.
El procedimiento tiene una duración aproximada de una o tres horas. Puede ser ambulatoria, con anestesia local o general.
Naturalmente, el paso del tiempo modifica nuestras facciones.
Esto es inevitable.
Nuestros párpados y la piel alrededor de los ojos son los primeros en mostrarnos estos cambios.
El envejecimiento natural de nuestros tejidos, ayudado por la fuerza de gravedad y la distensión de la piel, hace que se generan pliegues y excesos de grasa y piel en nuestros párpados.
A esto tenemos que sumarle otros factores, muy comunes de nuestro día a día, como:
En fin, que estamos fomentando a que ese proceso natural de envejecimiento avance, o se note aún más sobre nuestro semblante.
Una mirada triste, cansada, adormecida es el efecto directo de este decaimiento de nuestros párpados.
Incluso he tratado con pacientes en donde estos pliegues eran tan pronunciados que llegaban a afectar considerablemente su campo de visión.
Para estos caso y para aquellos donde la motivación es solo estética, la Blefaroplastia significa, un pequeño retoque quirúrgico con amplísimos beneficios duraderos en el tiempo.
Como toda intervención quirúrgica, la Blefaroplastia acarrea ciertos riesgos. Simples hematomas o un pequeño sangrado, así como ojos irritados o visión doble o borrosa es posibles que ocurra.
Sin embargo, no hay que alarmarse que los riesgos en este tipo de cirugía suelen ser infrecuentes y de poca importancia.
Es muy importante, para que estos pueden ser minimizados al máximo, el paciente debe respetar cada una de las instrucciones del cirujano, tanto previo al procedimiento en la etapa preparatoria, como posterior a la cirugía, en la etapa de recuperación.
Como vimos, la blefaroplastia o cirugía de párpados es el procedimiento quirúrgico que a través de la eliminación de la grasa y los tejidos excedentes sobre los párpados, intenta lograr una mirada limpia, tersa, directa y más viva.
En definitiva, busca lograr un rejuvenecimiento de nuestra mirada que perdure en el tiempo.
¿En qué ayuda esto a los pacientes? ¿En qué puede ayudarte a vos?
Es necesario aclarar que la información dentro de este blog es orientativa y general. Para poder dar un diagnóstico adecuado y una respuesta precisa a cada interrogante sobre la Blefaroplastia, aconsejo pedir una cita llenando el formulario de contacto para poder evaluar personalmente cada caso.
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