Puede ocurrir que las orejas presenten una forma anormal, o que sobresalgan en exceso, lo cual va en perjuicio de la armonía facial.

Para ello, contamos con la otoplastia, que es una intervención quirúrgica que reduce el tamaño de las orejas grandes, o que sobresalen demasiado de la cabeza. La otoplastia también incluye la cirugía del oído por malformación congénita y la reducción del lóbulo de la oreja.

La otoplastia es un procedimiento que en aspectos generales presenta un postoperatorio con buena evolución.

Suele durar una hora y media o dos, aunque en casos complejos puede llevar más tiempo. La técnica habitual se realiza mediante una incisión en la parte posterior de la oreja para exponer el cartílago y permitir su moldeado. Después el cirujano procederá a extraer el exceso de cartílago en los casos que fuese necesario para dar a la oreja una forma y tamaño naturales.

Una vez hecho esto se procede a dar unos puntos con material de sutura no reabsorbible plegando el cartílago hacia atrás en los puntos convenientes. Finalmente se extirpa una pequeña elipse de piel en la cara posterior y se suturan los bordes de la incisión.Los puntos se suelen retirar a los siete o diez días de la intervención.

La recuperación de la cirugía de orejas puede llevar en general hasta seis semanas. Debo destacar que cada paciente es diferente y en consecuencia los tiempo de recuperación dependerá en parte, de las carácteristicas de cada individuo al hacer la consulta.

La intervención se efectúa bajo anestesia general en los niños. En el caso de los adultos, se realiza con anestesia local y sedación.

Es importante tener en cuenta que como todo procedimiento quirúrgico, existe un grado de riesgo. Puede generarse hematomas, sangrado, hinchazón y ciertas complicaciones normales de la práctica de la medicina estética.