Con el paso del tiempo la piel naturalmente aumenta su flacidez debido a la pérdida de colágeno y elastina.
En nuestro rostro, y específicamente en la parte frontal esto produce un posicionamiento irregular de las cejas, que puede notarse en una clásica inclinación hacia abajo o hacia los los costados de las mismas. Esa caída es también ayudada por el debilitamiento de los ligamentos que sostienen a las cejas.
Todo esto empieza a notarse mayormente en personas cercanas a los 40 o 50 años de edad, aunque también puede darse en personas más jóvenes debido a factores de herencia familiar y/o genética.
La caída de las cejas es algo totalmente normal y corriente dentro de nuestro proceso de envejecimiento, lo cual no significa que sea estéticamente agradable.
Para este tipo de situaciones, el Lifting de Cejas -en muchos casos combinado con la Blefaroplastia– es el procedimiento quirúrgico que mejor ataca este desequilibrio estético.
Son dos técnicas que se complementan a la perfección para lograr un rejuvenecimiento de la mirada frente a la caída de la piel del párpado por un lado, y de la ceja por otro.
El Lifting de Cejas busca elevar las cejas y al mismo tiempo reducir las arrugas de la frente y el entrecejo. Es válido aclarar, que no es el tratamiento mejor indicado para las famosas patas de gallo. En este caso, recomiendo aplicar Toxina Botulínica.
La caída de las cejas se manifiesta en un aspecto triste y envejecido del rostro de quien la padece. Es notable como con solo 2 o 3 milímetros puede manifestarse una gran tristeza y cansancio en la expresión del rostro.
El procedimiento consiste en una incisión en la parte superior de la ceja (de 1 a 1,5 cm), dentro del pelo para que la cicatriz quede oculta. Se despegan los tejidos profundos con un instrumento especial y se levantan suspendiendo y fijando con suturas a su nueva posición. Se utiliza anestesia local, de forma ambulatoria.
El normal uso de los músculos frontales, derivan en gran cantidad de arrugas de expresión. Esta técnica al elevar la ceja y eliminar este tipo de arrugas en la frente, consigue un aspecto mucho más joven, además de mejorar la mirada del paciente al quitarle esa sensación de cansancio y dejadez.
Es importante tener en cuenta que como todo procedimiento quirúrgico, existe un grado de riesgo que debe ser considerado. Puede generarse hematomas, sangrado, hinchazón y ciertas complicaciones normales de la práctica de la medicina estética. Por ello me gusta aclarar, que la información aquí contenida es de carácter orientativo. Cada paciente es único y en la consulta deberán evaluarse todas las posibilidades que acarrea la intervención.